En ocasiones y aun mas en días grises de llovizna pausada
resulta incomodo ser Poeta.
Las palabras comienzan a pesar en los párpados,
el tiempo se va perdiendo entre las pestañas,
las horas se van alojando en los hombros,
abandonando así la espalda,
y comienzan a nacer las canas.
Miradas extrañas nos hacen ver
como extraños seres nocturnos
que invaden los días sin Sol,
como niños de cara inocente y pensamientos perversos,
introvertidos personajes mitológicos
que solo aparecen en los bares y en algunas esquinas sin nombre.
Fantasmas que tejen sombras e historias histéricas con hilos invisibles.
Creadores de esperanzas y espejismos,
espejos sin sombra que reflejan los sentimientos mas oscuros
y los sueños imposibles de todos.
En algunas ocasiones nos excusan sin permiso
convirtiéndonos en románticos empedernidos
y nos toman como mercaderes de las letras
encargándonos versos al por mayor,
todos acompañados de un manual completo
de como explicar cada emoción
que queda atrapada en cada verso.
No entienden o pretenden no entender
que cada verso que nace se irá explicando con el paso del tiempo,
irá fermentándose,
tomando la forma que esos ojos ajenos a ellos les den
mientras pasan por encima de su amorfa anatomía.
En días grises de llovizna pausada
acompañada de fríos foráneos,
resulta incomodo ser poeta.
Etiquetas: Serie Madrugada