Cruzada...
Por más de mil soles te ame
Bajo la sombra de mil lunas te bese
Al destino negocie mis ojos
tan solo por volver a sentir tu piel de acero
ahogue mis temores en cada mar
en busca de tus ojos azules
Y mis lagrimas seque con el manto de
la noche que se tendía a cada paso que
dabas en tu confusa partida...
Y perdí el rastro de tu sombra
bajo una nube pasajera,
en un día pagano.
Te seguí a través del recuerdo de tu
esencia, que por intervalos el viento
estrellaba en mis huesos
y solo conseguía quedarme sin aliento.
Olfateaba tu aroma con instinto animal
a través de los árboles, que como estatuas
de dioses vencidos, se compadecían de mi
infructuosa cruzada.
Escuchaba el eco de tu silencio
en el azul abismo de mi desesperación,
tu voz se perdía entre el lamento de
las rocas que por milenios veían como sus
pensamientos se convertían en polvo cósmico.
Y tu indiferencia daba la estocada final...
El viento soplaba sin dirección,
confusión era el aroma de esa tarde,
estaba solo,
solo se escuchaba el lamento de miles de
almas mal acompañadas y el canto de diosas
olvidadas a las puertas de la iglesia...
Te busque entre todas ellas y sentí
Tú sombra pasearse entre mis entrañas...
caí arrodillado sobre las espinas,
al lado de tú tumba gris.
Etiquetas: Garabato
5 Comentarios:
ufff... me saca el aliento... "piel de acero" no lo comprendí hasta el final... "solo se escuchaba el lamento de miles de almas mal acompañadas" qué desolador!
Poeta...
Al parecer estas madrugadas estamos bastantes activos... por lo que veo, las letras se sueltan para bailar alrededor de la luna.
Sin lugar a dudas, estoy frente a otra pieza sin desperdicios. Dicha mia la de leerle.
Gracias por tu comentario dentro de mis incoherencias.
Muy buen poema... inspiras. :)
Solo a su nivel poeta, solo usted...tengo palabras para usted poeta, espero verlo pronto.
volvi
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