Ella... carta desde Sadalsuud (6)

Pequeña Maga

Y decir que los parques ya no paren sombras y nos siguen cortando las noches. ¿Qué será de nosotros, los que soñamos despierto?
Estamos en extinsión y en proceso pero sin vía, pero esos monstruos diurnos no lograran callar nuestros silencios. No podrán quitarnos las voces de Serrat, ni Sabina y mucho menos la de Silvio. Podran cerrarnos todas las puertas, pero tomaremos las calles, aunque por milenios lo hemos hecho ya.

Hoy hace tiempo y llueve sin Lunes y sin frío. Se puede sentir la nada, esa paz cósmica de entregarse por completo a la inercia , la sensación de ser parte de un todo invisiblemente parpable con los labios, con los dedos. Ser parte de lo verdaderamente eterno.

Hoy las amapolas sonrieron al ritmo de los recuerdos y de las canciones que caían de los árboles, de seguro lo hubieses disfrutado, así como disfrutas del mar y la autopista al norte entre conversaciones y el poco de dulce que dan.
Vine cargado de mis insomnios, algunas tristezas colgadas de los ruedos del jean y los últimos minutos que pude guardar antes de que se marchara. No creas que salí presuroso detras de su sombra, pues fue lo único que dejo guardado en la habitación. Tampoco vine detras de su olor, su dulce olor a sol y mar, suave y dulce. Ni por esos besos que pintaba en las paredes. En realidad vine a buscarme, pues una gran parte de mi escapó esa misma noche antes de que se marchara.

PD.Recuerda que somos criaturas de la noche, no dejemos escapar la oportunidad de convertirnos en monarcas del amanecer.