Ella (3)

"...porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no."
      Corazón Coraza
        Mario Benedetti.






Ella pasaba a ocupar su lugar en mi memoria, pero al pensarla dejaba de ser un recuerdo, volvía a sentir su magia, su aroma, su suave movimiento entre las luces y la cortina blanca a punto de caer y su voz, diferente en cada visita, pero suya. Regresaba a mi estado inicial de inercia, postrado en la cama con la mirada fija al techo, esperando el momento de su arribo.
Al paso del día me llenaba de ansias prematuras, y los inconvenientes del tránsito por el nuevo Santo Domingo con metro y medio incluido. El viejo cenicero compartía los pensamientos y de las colillas brotaban recuerdos de aquellas tardes junto a las amapolas (si, la llevaba a pesar de que la noche aun no caía). Recuerdos de los veranos a destiempo que llegaban cada jueves de mayo
a las dos pe eme, a veces con lluvia... si, a veces llovía sin ser Lunes.






continuará...