Con su calma y habitual rutina
de hacer esperar
desesperando la angustia
se aproxima sigilosa tomándose todo a su tiempo
Llega la hora exacta para devolver al infinito
lo que nos presto en un principio.
Pasar a formar parte de lo eterno,
desprendernos de estos huesos forrados de carne y tierra,
dejar de existir para poder ser,
ser omnipresentes
encontrándonos en cada rincón,
en cada partícula que da forma a este universo
en cada sueño que nos da vida
en cada suspiro de esperanza.
Llega con su calma,
con su promesa de infinito.