Serie Madrugada

Madrugadas sin sueños,
realidades rotas,
puertas invisibles,
noticiarios con las mismas noticias
y tu pelo tapando mi cara,
la vida transcurre tal cual la dejamos.
En nuestro espacio,
el tiempo se detiene en la ventana,
sin prisa,
sin pausa,
sin causa.
La almohada ya no guarda secretos perpetuos,
ni pensamientos mudos,
ni tu aroma de sol y mar.
Las paredes de hueso
ya no escuchan los ecos del crepúsculo.
Silencio…
Aun sigue amaneciendo madrugadas
entre tus piernas,
tu pelo sigue siendo cómplice del viento.
Sigo sentado en la roca, frente al mar
embriagándome en el vaivén de las olas de miel y sal,
haciendo castillos de arena bajo tu sombra,
pintando de azules rostros sin forma.
Ya no hay realidad.
Sigue el tiempo.
Ya no existe espacio.
Silencio…
La vida transcurre tal cual la dejamos…