La Ciudad (detras de mis Sombras)

Los dioses de antaño te dan la bien-venida
de rojo a verde de verde a rojo
números descendientes te van dosificando el paso,
y entre verde y rojo se va formando frente a tus ojos
la figura imponente que acaricia su cielo,
Son síntomas que indican
que ya estas donde todo me parece al revés
donde el sur deja de ser mi norte.
Ahí donde me esperan mil tentaciones junto a su aroma añejo e hidalgo
donde sus calles te llevan al mismo lugar
ahí, donde entre carcoma y sonrisas nos besamos,
donde el poeta nos canta para no olvidar,
y vuela la mariposita de menta
entre la plantación de tabaco y su cielo azul fértil.
El lugar que me invita a cantar junto a la gente común
y el duende azabache e irreverente
que pinta sus paredes y les da libertad.
Pienso y respiro y sueño y vivo respirándote
junto a aquel elevado de sueños
en la ciudad donde hay dos
de cada cosa y la madrugada se hace eterna.