Pasan
los segundos
los minutos
las horas
pasan los dias
y los transeuntes
pasan las nubes
y el transito
pasan
las noticias
los pronósticos
y los horoscopos
pasan
las dudas
las canas
las ansias
pasa
todo pasa
y en cada paso
nacen recuerdos
que esperan
memorias.

Aquí estoy,
jugando el juego de las tentaciones
saltando los bordes de estos abismos
humedecidos de labios
y piernas que invitan al purgatorio,
ignorando
el vertigo,
el tiempo,
el suspenso,
perdido entre dudas
respuestas y excusas.

De vuelta a la hostilidad de tu ausencia
busco en los pasillos de la inconsciencia
los motivos suficientes para dejar de parir
silencios.

Ahora,
a la altura del ultimo trago,
frente a estas palabras sin destino,
me embriago
en el humo miserable de las colillas
que mueren en mis manos
junto a las tentaciones,
ignorando el vertigo.

Cuerpos

Cuerpos que se sumergen en la calma
de sabanas blancas
y se atraen
y se repelen
cuerpos que se crean en la inmensidad
de un roce caprichoso
y se atraen
y se repelen
cuerpos,
como el tuyo,
como el mio,
que convergen
que reverberan
que estallan
que orbitan
que se aferran
que se parten
que se esperan
cuerpos
como el tuyo
cuerpos
como el mio
solo cuerpos

De nada me sirve
sonreír frente al espejo
y ver de reojo tu lunar
desaparecer en la última línea
de un horizonte ficticio
y despertar de las cenizas
si al final saltaras por la ventana
hacia la distancia de tus ojos
que miran otros ojos.

Desprendimiento

Me desprendo lo que resta de ti
de mis huesos, de mis noches
con toda la alevosía e inocencia de un niño
que sin premeditación alguna toma el caramelo
del suelo y lo lleva a la boca del cielo.
Me desprendo lo que resta de ti
de la costumbre
de soñarte a estas horas
donde no se a quien te pareces.

Me pierdo corriendo detrás de las manecillas que se esconden cuando marcan las dos y media de la mañana y llega tu aroma a mis sabanas y me sorprende la noche descalzo encendiendo otro cigarrillo.