Te la mereces...
Bohemia de París, alegre, loca y gris de un tiempo ya pasado,
en donde en un desván con traje de can-can
posabas para mi, y yo con devoción,
pintaba con pasión tu cuerpo fatigado,
hasta el amanecer, a veces sin comer y siempre sin dormir…
La bohemia, la bohemia,
era el amor felicidad.
La bohemia, la bohemia,
era una flor de nuestra edad.
Debajo de un Quinquel, la mesa del café feliz nos reunía,
hablando sin cesar, soñando con llegar, la gloria conseguir.
Y cuando algún pintor, hallaba un comprador y un lienzo le vendía,
solíamos gritar, comer y pasear alegres por París…
La bohemia, la bohemia,
era jurar, que di y que amé.
La bohemia, la bohemia, yo junto a ti, triunfar podré.
Teníamos salud, sonrisa, juventud y nada en los bolsillos.
Con frío, con calor, el mismo buen humor, bailaba en nuestro ser.
Luchando siempre igual,
con hambre hasta el final, hacíamos castillos,
y el ansia de vivir, nos hizo resistir y no desfallecer.
La bohemia, la bohemia, era mirar el amanecer.
La bohemia, la bohemia, era soñar con un querer.
Hoy regresé a París, crucé su niebla gris, y lo encontré cambiado.
Las milas ya no están,
ni suben al desván, moradas de pasión,
soñando como ayer, rondé por mi taller,
mas ya lo han derrumbado y han puesto en su lugar,
abajo un café bar y arriba una pensión.
La bohemia, la bohemia que yo viví su luz perdió.
La bohemia, la bohemia, era una flor y al fin murió.
Para que decir demasiado...
Felices fiestas
Etiquetas: Canciones de la madrugada, Charles Aznavour, La Bohemia
3 Comentarios:
No se pq, me dio sed...
feliz ano nuevo!
Me sacaste los pies, full. Pero OK.
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